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Mostrando entradas de agosto, 2013

DE POLIFEMO A CLEOPATRA EN UNA COPA DE VINO-ALEJANDRO OLIVEROS

Quizá la bebida alcohólica más antigua y sofisticada, la que más polémicas desata, es el vino. Aquí, un poeta venezolano, viejo devoto de Dioniso, hace un perfil del amado caldo. A Erin y Jean-Louis   Los catorce grados alcohólicos de aquel tinto eran la única defensa con la que contábamos, Eileen y yo, cuando en el restaurante El Galeón, de Valencia (Venezuela), nos disponíamos a desmontar la firme y brillante estructura de aquel cochinillo segoviano que desplegaba sus olores y armonías frente a nosotros. Las oscuras tonalidades del vino, sus complejos aromas a frutas rojas y cacao, así como la profusión de sus sabores, sostenidos por robustos taninos y efímera acidez, eran nuestro escudo de Aquiles ante la amenaza de aquel despliegue de colesteroles tan suculentos como peligrosos. Mientras me detenía en conjeturas sobre el resultado de aquella épica confrontación entre las alargadas moléculas lipídicas y nuestro Mas Julien Coteaux-de-Languedoc 1998, rec

Cuento Los siete puentes - Yukio Mishima

Eran las once y media de una noche de luna llena del mes de septiembre. Al terminar la reunión a la cual habían asistido, Koyumi y Kanako regresaron a la Casa del Laurel e inmediatamente vistieron sus kimonos de algodón. Hubieran preferido bañarse antes de cambiar su ropa, pero aquella noche no quedaba tiempo para eso. Koyumi tenía cuarenta y dos años, una figura regordeta, alrededor de cinco pies de altura y un kimono estampado con hojas negras. Kanako, la otra geisha, aun cuando sólo tenía veintidós años y era buena bailarina, no tenía protector y parecía destinada a no desempeñar nunca un papel de importancia en los bailes anuales de otoño y primavera de las geishas. Su kimono de crêpe tenía remolinos azules sobre un fondo blanco. -Me gustaría saber qué dibujos tendrá el kimono de Masako esta noche -dijo Kanako. -Tréboles. Ni lo dudes. Está desesperada por tener un hijo. -¿A tanto ha llegado? -No, y ése es el problema - repuso Koyumi-. Todavía le falta mucho par

‘El espíritu de las leyes’, de Montesquieu por Sara Posada Isaacs y Andrés Mejía Vergnaud

La evolución del pensamiento de los siglos XVII y XVIII, bajo el estandarte del movimiento ilustrado francés, exhortó a discutir, entre otras cuestiones políticas, religiosas y morales, las ideas de libertad y poder subyacentes en los diversos modelos políticos de la época, siendo la Francia absolutista de Luis XV uno de los referentes críticos de uno de los pensadores ilustrados más decisivos: Montesquieu. Charles de Secondat, más conocido como Montesquieu en virtud del título que heredó tras la muerte de su tío el barón de Montesquieu, nació el 18 de enero de 1689 en Burdeos (Francia), procedente de una familia noble. A pesar de su origen aristocrático y conservador, Montesquieu fue un reacio opositor a los modelos de gobierno despóticos y consideraba caducas algunas formas e instituciones de las monarquías absolutas. Esta visión, junto con su idea de equilibrio de poderes, le permitieron influir de manera determinante en la formación del pensamiento y la conciencia burguesa

ESTA GUERRA TAMBIÉN SE ACABARÁ -DANIEL SAMPER PIZANO -EL TIEMPO

Esta guerra también se acabará En respuesta a dos lectores, el columnista dice por qué defiende los diálogos de paz y denuncia el tráfico comercial de datos personales. Don Rafael González, lector de esta columna, me dice en un amable mensaje: “Sin ponerme de un lado o del otro, quisiera sugerirle que nos explique por qué se considera que en esta oportunidad las Farc sí van a firmar la paz, y por qué no en los anteriores gobiernos, que también hicieron muchos esfuerzos para ello”. Estimado don Rafael: no sé si las Farc firmarán o no la paz, y tampoco sé si, en caso de firmarla, cumplirán lo pactado. Pero sé que la mejor manera de hacer la paz es intentándolo de nuevo. La otra, la de exterminar al contendor, en este caso no es posible ni garantizaría nada, pues el origen del conflicto nacional no son las armas sino la injusticia social. Aquellas constituyen apenas una deplorable consecuencia de esta. Los colombianos hemos sufrido medio siglo de horrores.