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Mostrando entradas de agosto, 2014

¿Deberían las plantas tener derechos? Revista El Malpensante -Michael Marder

La Declaración Universal de los Derechos Humanos fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948, hace ya más de 64 años, como una respuesta directa a las atrocidades de la Segunda Guerra Mundial que hicieron patente, de la forma más cruel que se pueda imaginar, la fragilidad de los seres humanos y su susceptibilidad a ser víctimas de violaciones. Incluir los derechos humanos en el derecho internacional buscaba compensar la vulnerabilidad inherente a la condición humana mediante la protección legal. Mientras más vulnerable sea una persona, más se deben proteger sus derechos. De ahí que once años después del voto de 1948 las Naciones Unidas adoptaran, con la resolución 1386, la Declaración de los Derechos del Niño. Es hora de volver a plantear la pregunta sobre los derechos, esta vez como respuesta a una guerra más prolongada en contra del medio ambiente. ¿Son los humanos los únicos seres vivos que merecen tener derechos? ¿Qué hay de los ani

FRAGMENTO: El Banquete de Platón: Nacimiento de Eros

"...Cuando nació Afrodita, celebraron un banquete los dioses y entre ellos estaba Poro, el hijo de Metis. Después que comieron llegó Penía a mendigar, como era propio al celebrarse un festín, y estaba a la puerta. Poro, embriagado de néctar -aún no había vino-, entrando en el Jardín de Zeus, bajo el peso de la embriaguez, se durmió. Penía, tramando, por su falta de recursos, hacerse un hijo de Poro, se acostó junto a él y concibió a Eros (el amor). Y por ello el Amor es el acompañante y servidor de Afrodita, por haber sido engendrado en la fiesta de su nacimiento, y por naturaleza es el Amor enamorado de la Belleza, siendo Afrodita bella. "Así pues, como hijo de Poro y Penía, el Amor quedó de esta suerte: en primer lugar es siempre pobre y mucho le falta para ser delicado y bello como el vulgo cree; por el contrario, es seco y miserable, y descalzo y sin morada, duerme siempre en el suelo y carece de lecho, se acuesta al aire libre ante las puertas y los caminos, tod